jueves, agosto 27, 2015

Con la niñez y los jóvenes de Sta Cruz de Yojoa, Honduras




Por Guillermo Anderson
Fotos: Manuel López 

Si de algo me jacto en mi hoja de vida artística es de mi experiencia durante mis días como estudiante en la universidad de California, en los cuales trabajé de actor y músico en una compañía que hacía teatro y música educativa para niños inmigrantes.
Esa experiencia me enseñó a crear trabajos artísticos dirigidos a la niñez   trabajando bajo la dirección de gente especializada. El resultado de ese trabajo al regresar a Honduras  fue un proyecto musical que originalmente se llamó “La Fiesta en El Bosque”que se editó con apoyo de UNICEF y la Editorial Guaymuras (hoy se llama “Para los Chiquitos”). Una especie de musical que en ese entonces  llevamos por todo el país. Esas canciones cumplieron o están por cumplir 20 años.




La obra llena de música y teatro de títeres, la llevamos por todo el país y logré con ella muchos fans! Esos niños que escucharon y vieron por primera vez esas canciones ya son padres y madres de familia que hoy me reclaman  el no hacer mas conciertos para niños. “Ud fue mi primer concierto” me dicen y “quiero llevar a mis hijos a ver lo mismo que mis padres me llevaron a ver”.





Como todo proyecto artístico en nuestro país nunca fue fácil presentar ese trabajo, hoy es mucho más difícil;  Vivimos en un país que históricamente ha discriminado de una manera muy cruel a su niñez. Nuestros niños han ocupado uno de los escalafones más bajos con respecto a la atención que han recibido de sus gobiernos. Hablo de sus necesidades básicas, salud y educación. Podemos deducir de ello el lugar que ocupa su derecho a acceder a la cultura y las artes en general.





Pareciera que en los gobiernos nunca ha habido alguien que tenga una verdadera sensibilidad hacia nuestra niñez y que se haya atrevido a crear un programa que nos lleve a los artistas a las escuelas como resultado de  pensar que mas allá de las necesidades básicas, nuestros niños también tienen derecho a cantar, a pintar a escribir y a conocer a sus artistas.     





Por invitación de los padres de familia de la Escuela John F. Kennedy de la ciudad de Santa Cruz de Yojoa, y a beneficio de su escuela, realizamos una jornada de dos conciertos para niños  y uno para jóvenes;  Por la noche la Municipalidad nos pidió realizar un concierto para la comunidad en la hermosa concha acústica  que luce su parque central. Fue una jornada agotadora pero hermosa que me convence de la gran necesidad que existe de llevar a nuestros artistas a las escuelas y a las plazas. Me convence también de la sed de ese tipo de eventos que tiene nuestra niñez y juventud. 




Esta vez los créditos del hermoso resultado de la experiencia en la escuela John F, Kennedy no se los lleva ninguna institución gubernamental o empresa privada. Esta vez se los llevan las madres, los padres de familia y las  maestras y maestros  que se preocuparon por que el evento fuera no solo un éxito de asistencia  si no, un éxito humano, de crecimiento de identidad y finalmente de desarrollo para nuestro tan necesitado país.    


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