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Artista Compositor y Cantante (Honduras)
sábado, julio 12, 2008
Una Centroamérica Musicalmente Cercana
Por: Guillermo Anderson fotos : G.Anderson
A finales de los años 80, cuando daba mis primeros pasos en lo que para muchos era el descabellado propósito de vivir de hacer y cantar mis canciones en Honduras, no había día en que no escuchara el consejo de que me fuera para México. “Tenes que irte a México” allá es donde triunfan los artistas “. El que triunfa en México triunfa en todos lados”. No había emisora a la que fuese sin recibir aquel consejo. No había viejo músico que no me lo diera. Las cosas han cambiado desde entonces; Hoy me dicen que me vaya pa Miami.
El consejo no era uno injustificado en Centroamérica; Radiofónicamente hablando, desde los años treinta, gran parte de la música popular y los grandes artistas nos han venido de México. Hubo un momento en que El Caribe Centroamericano recibió mucha influencia de Cuba, tambien a través de sus emisoras. Sin embargo, y en el caso de Honduras especialmente, que es el que mejor conozco, la fuerte presencia de la música mexicana en las primeras radios y luego la llegada del disco, fue haciendo desaparecer mucho del repertorio nacional en la ejecución de las marimbas y grupos tradicionales de cuerdas.Me interesa la influencia de la música mexicana, norteamericana y Miamense, en Centroamérica mas como unidad de medida para reflexionar sobre nosotros mismos. Sobre la vulnerabilidad a la que sigue expuesta nuestra identidad musical como centroamericanos, y la visión que de ella tenemos.
¿Existe Una Musica Popular Centroamericana? Definamos para nuestros propósitos “Música Popular” como la música que la gente escucha y pide en la radio, la música cotidiana, la de las fiestas y bares, la que tararean las amas de casa ,los obreros y los campesinos, la música ensordecedora de las unidades de transporte publico, la de las fiestas y bares. Ahora definamos para este mismo propósito el termino “Musica Popular Centroamericana”. Nos referiremos a música creada en CA, producida en CA y difundida desde CA para CA.Luego nos hacemos las siguientes preguntas: ¿Hay música creada, producida y difundida en Centroamérica que se escuche popularmente desde Belice Hasta Panamá? ¿Ha habido recientemente en las listas de éxitos musicales un tema producido en cualquiera de nuestros países que sea popular en todos los países? La respuesta general a la pregunta es un triste no.
Cabe mencionar el caso del liderazgo de Panamá en la producción y difusión del genero “Reggaetón” un genero que resulta de las influencias del Rap y el Hip-Hop norteamericanos, que actualmente tiene secuestradas las listas de popularidad en la programación juvenil de nuestros países. El Reggaetón panameño es el único género que actualmente trasciende en el resto de la región de una producción y difusión de origen centroamericano.
A estas alturas de la historia, no existe Centroamérica como región musical con mercado y difusión propia. Con muy raras excepciones en los últimos 25 años, han surgido artistas centroamericanos que han logrado “centro americanizarse” con éxito. Se podría decir que entre los últimos en lograrlo de manera masiva y popular y por orden cronológico desde los setentas están los Hermanos Mejia Godoy de Nicaragua, y“La Banda” de Costa Rica en los años 70. Y hasta cierto punto el grupo de rock Alux Nahual de Guatemala en los años ochenta.
La “Sopa de Caracol” de Banda Blanca de Honduras y el Guatemalteco Arjona, no califican, siendo que son productos que nos llegaron vía Estados Unidos y México respectivamente, no como producto de una masificacion de iniciativa centroamericana.
Centroamérica y La Gran Industria del Disco
Es en un análisis de mercado y de cómo operan las transnacionales del disco en contubernio con los medios masivos de comunicación que encontramos respuesta a muchas preguntas obligadas sobre la falta de difusión de la música centroamericana. Otras se contestan con la falta de políticas culturales o el total incumplimiento de las mismas en caso que existan.
En los años sesenta, cuando se establecieron las sucursales de los sellos disqueros internacionales en C.A., especialmente en Costa Rica, Nicaragua y Guatemala, además de reproducir discos de sus estrellas, los sellos internacionales tambien produjeron algunos artistas centroamericanos. Es en ese periodo de unos veinte años que algunos artistas centroamericanos logran popularizarse en el área. Eventualmente las planchas de los discos de acetato se cerraron y dieron paso a la producción del Compact Disk. Es importante hacer notar que en C.A., no existen fábricas de reproducción del CD industrial. Las fabricas de reproducción industrial mas cercanas están en Colombia y Estados Unidos. Es asi como en las ultimas dos décadas las compañías se dedicaron mayormente a vender a los artistas extranjeros y a producir de vez en cuando, a uno que otro artista centroamericano. En la mayoría de estos pocos casos, los contratos eran de escasa distribución y poca promoción. Parecían mas bien cumplir una labor social de beneficencia que el desarrollo de una verdadera relación artista –sello disquero.
Inevitablemente, los artistas centroamericanos firmados se daban cuenta que vendían mas de forma independiente que a través del supuesto apoyo de dichas compañías. Unos se vieron frustrados amarrados a contratos que no les permitían avanzar en sus carreras hasta después de los años firmados. Otros se quedaron esperando las promesas de los grandes mercados. Podemos concluir que nunca existió por parte de estas compañías una verdadera voluntad de promover a nivel de mercado internacional a nuestros artistas.
Nunca se le devolvió a C.A. en producción y desarrollo de talento, ni el mas mínimo porcentaje de lo que las compañías recibieron en ventas como región.
El panorama ha cambiado y hoy ocurre lo que se conoce como “La Gran Crisis” de los sellos disqueros internacionales: La fiesta se terminó y los piratas se dan un banquete; A nivel mundial es hora de replantear la industria disquera tal como la conocemos.
¿Donde nos deja todo esto y hacia donde va el futuro de la música en Centroamérica? ¿Estamos musicalmente en total abandono? Antes de contestar son importantes dos consideraciones, primero: La mayoría de nuestros musicos profesionales urbanos vive de tocar música que no es centroamericana. Actualmente, C.A. es una gran reproductora y consumidora de música extranjera. No estamos produciendo ni mercadeando música popular centroamericana en Centroamérica para Centroamérica.
La consideración positiva es que a pesar de todo y de manera marginal, en CA ha sobrevivido una gran cantidad de música tradicional y “tradicional evolucionada” con características muy propias. Un caudal de música con una riqueza y variedad que como centroamericanos musicalmente desconocedores de nosotros mismos nos sorprende.
Es asi como en Guatemala encontramos un sello que produce y distribuye solo música nacional y marimbas. Una producción constante de Parranda y, Punta- Rock en Honduras y Belice. Un distribuidor de música nicaragüense con un nutrido catálogo. Encontramos entre los éxitos en las listas de popularidad Nicaragüense, un potpurrí de música tradicional de ese país cantado por una cantante juvenil en versión moderna. El asomo en Costa Rica de un interés por los Calipsonians de Limón y el surgimiento de un sello, “Papaya Music”, que ha iniciado con un catálogo tico y, comienza a abrir su producción a artistas de otros países de la región.
Panamá ha tenido por años una constante producción del género llamado “Pindín” una especie de cumbia con características que la identifican como panameña. Y hablando de cumbia, continua para mi siendo un misterio el momento en que El Salvador adoptó la cumbia y le dió sus propios toques y repertorio convirtiéndose no se si formal o informalmente, en un ritmo emblemático de ese país.
Otras Músicas Centroamericanas.Es importante mencionar otra escena de la música centroamericana; La de los cantautores y cantautoras que además de venir influenciados por lo que fue la “Nueva Canción” y sin ser necesariamente folcloristas han venido desarrollando su trabajo acompañados de los sonidos y tradiciones de sus países. Mucho se puede conocer de Centroamérica a través de sus inquietos Cantautores y Cantautoras, ya que por lo general los llena un espíritu de búsqueda y, una gran preocupación por eso que llamamos la identidad Centroamericana. Cualquiera se sorprende por la calidad de muchos de los trabajos que hoy presentan estos artistas en un mercado marginal.
Al saber de la existencia de todos estos géneros y artistas y debo decir que muchas veces al escucharlos, es inevitable preguntarnos con cierto grado de culpabilidad porque no los conocíamos. Ya he expuesto algunas razones relacionadas al papel de los sellos multinacionales sin dejar de mencionar la falta de políticas culturales.
La verdad es que el mercado del disco en Centroamérica y, las fuerzas que han manejado la programación en las radios y el mercadeo en los últimos veinticinco años, solamente nos han hecho ver hacia fuera. Se ha creado un panorama y una dependencia cuyo mensaje es que no hay en Centroamérica nada que valga la pena escuchar. Musicalmente hemos desarrollado un serio problema de autoestima. El “gran publico”centroamericano está predispuesto a rechazar cualquier cosa que no venga hoy día con la bendición de Miami.
El Futuro.La industria del disco tal y como la conocemos está por desaparecer. Los retos para los que producimos y vendemos música en Centroamérica y en el mundo hoy, no solo son grandes sino distintos. La tendencia hoy día es el sello pequeño e independiente y las formas novedosas y alternativas de vender música. La aparición del Mp3 ha generado un cambio en los patrones de venta de música a nivel mundial y una generación que así como desconoció el vinilo desconocerá el CD.
Entre estas complicaciones de orden cibernético está la sobre vivencia de la creación humana, de la música creada cantada y ejecutada por seres humanos que sueñan y respiran. ¿Que papel jugaremos los interesados en la difusión de la música de nuestra región? Ello nos lleva a otras preguntas; ¿Queremos realmente conocernos más? ¿Tenemos futuro musicalmente como región?
Quisiera tener respuestas. Sea cual sea la forma que tome la difusión y venta de música el futuro, la sobre vivencia de la música de nuestra región reside en nosotros mismos. Los ahora pocos centroamericanos interesados en que, a diferencia de los que por años nos hicieron ver musicalmente hacia afuera, hoy queremos ver a Centroamérica por dentro. El futuro de la música Centroamericana y su sobre vivencia reside en nuestro grado de curiosidad por ella.
¿Nos atreveríamos a escuchar la música del resto de Centroamérica?
No quiero pecar de ingenuo ni mucho menos anunciar los albores de un nuevo movimiento de música centroamericana. Lo que si he podido palpar en los últimos cuatro años es que entre los que hacemos música y canción (propuestas alternativas digamos) ha habido muchas mas ganas de juntarnos. Muchas mas ganas de escucharnos, entendernos y reconocernos. Lo bueno es que esto se ha estado manifestando en hechos: En los dos últimos años (2004-5) año he participado en cinco encuentros de música centroamericana en distintos países. Sumado a ello ha surgido lo que pienso es la máxima manifestación de ese deseo de integración, comunión y descubrimiento entre los que hacemos música. Se llama La Orquesta
Centroamericana de La Papaya. Un esfuerzo del pianista Costarricense Manuel Obregón y de todos los músicos que hemos apoyado y aportado a la formación de esa “Orquesta-Sueño”.
Para Irnos Conociendo.
Si insisto en que es en nuestra curiosidad por Centroamérica que reside el futuro y la sobre vivencia de su música, propongo que, el centroamericano del futuro debe tener un mínimo de conocimientos musicales de su región. Entre algunos conocimientos musicales requeridos estarían:
Test:
-Por interés propio, el poder nombrar un Cantautor o Cantautora de cada uno de nuestros 7 países. (Comienzo con esta por puro interés personal)
-El poder distinguir una Punta y un Calipso de Limón.
-Poder en los primeros compases reconocer el Palo de Mayo y como mínimo tararear la canción mas conocida de su repertorio.
-Saber con naturalidad la diferencia entre una marimba de Masaya y una guatemalteca.
-Reconocer y saber por lo menos, el comienzo de la “Tininiska” quizá la canción tradicional Misquita más conocida.
-Saber por lo menos de que región de su nuevo país es tradicional la canción “El Carbonero”.
-Saber de que país son La Mejorana, Los Congos y Los Bullarengues.
De todos estos géneros, saber bailar bien, mas de uno.
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2 comentarios:
Felicidades me alegra que exista música hondureña con la calidad de Guillermo Anderson.
Nunca he escuchado "Tininiska" es esta?:
http://youtube.com/watch?v=SMJ6T-ppIKI&mode=related&search=
Luego una propuesta:
En paises como Francia, Alemania, etc se promueve la producción de material audiovisual una de las medidas es establecer cuotas minimas de exposición musica, cine y televisión nacional, variando de entre 2% y 4%, los resultados son muy buenos, por ejemplo en Cataluña.
Sería muy interesante una ley similar en Honduras
Saludos y Felicidades
Hola Guillermo, Me ha parecido muy interesante tu comentario sobre la música centroamericana y el papel que han jugado las transnacionales de la musica, fijate que paso los 40 años y de honduras no conozco nada, sola Sopa de Caracol y algo de "garifona" me gustaría contactar contigo y de hecho te pido autorización para publicar tu comentario en un periodico que tiene una amiga en internet, se llama semanariolapagina.com, en este momento esta fuera de servicio ya que se esta reestructurando el formato.
De ser posible me gustaria conocer tu material ya que soy un amante de la música no comercial o como dice Mercedes Sosa comercial pero bien hecha
Saludos
Jaime Arias
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