Artista Compositor y Cantante (Honduras)

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martes, noviembre 21, 2006

Mañana de Noviembre










Caminando
Fotos: Guillermo Anderson

A veces salgo a la playa a caminar temprano con la intención de hacer mis ejercicios. Pero no es fácil en mi caso, hacerlos, cuando una mañana como la de hoy tiene tanto que ofrecer. No era una mañana soleada, los colores pintaban de otro modo. Era de unas nubes que cubrían por completo el cielo pero dejaban entrar una luz que raras veces he visto.

Me detengo a escuchar las olas. Hablan en voz baja como para no despertar al mar.
A lo lejos el motor cansado de una lancha. Me llama la atención las líneas que apenas dividen la playa del mar y el mar del cielo y la transición armoniosa de un color a otro.


Bajo un árbol me encuentro con una alfombra de almendras maduras que cayeron quizás con las lluvias de anoche. El color de las almendras contra el color de la playa es de un contraste alucinante. Las observé por un rato como quien es testigo de una aparición.
Tomo una hoja verde del árbol y coloco simétricamente varias almendras sobre ella.
No se porque lo hice, quizás estaba queriendo expresar algo o era sencillamente un ritual, una celebración muy íntima de los colores encontrados, una ofrenda.


Continuo por la playa en dirección al viejo muelle. Las montañas están claras. Parecen descansar del remolino de nubes que a esta hora suele acomodarse en ellas.


Camino por el viejo muelle. Un cayuco amarrado a las viejas vigas se mece esperando a su dueño para volver a las islas o algún pueblo de la costa. ¿Será que tengo fijación con estos cayucos que parecen flotar mas bien en el aire contra un fondo de azul caribe, inmensidad.?


Lo que sería un ejercicio físico terminó siendo uno para el alma, de todas formas, saludable. La paz que me dio esta mañana me la guardo, en cualquier momento la puedo necesitar.

13 comentarios:

Julia Ardón dijo...

Demasiado too mucho,Guillermo...la belleza que me traen tus palabras y tus imágenes me las guardo.
Voy a enlazar este hermoso post en mi blog. Ojalá más gente te lea.

Te cuento que la foto del cayuquito aquel quedó no tenés idea qué preciosa.
Ahí veo si te la mando con alguien o si te esperará para cuando "bajés " por estas tierras "costarriqueñas".

Cómo te envidio vivir cerca del mar.

Un abrazo agradecido por la hojita con las almendras ordenaditas. Es una joya.

Anónimo dijo...

Yo quiero, yo quiero, yo quiero estar allá!!!

Francisco Murillo dijo...

guillermo, ya te agregué a los links de mi blog, una abrazo.

títeres de honduras dijo...

bona marcha y adelnate guillermo
Buena nota sacar este Blog.
Luis Garcia Bueno

Floriella dijo...

Fantásticas las fotos y el ejercicio espiritual.
Me uno a la envidia (grande, muy grande la mía) de Julia por vivir cerca del mar.
Hacía un montón que no veía almendras maduras... ¡ya ni me acordaba que existían!
Muchas gracias por un post delicioso.

Roberto de Jesús Vallejo Jiménez dijo...

Vi la OFRENDA de Almendras en el blog de Julia y quedé maravillado con esos colores y sus formas. No me canso de apreciarla.

Ver, no mirar

Anónimo dijo...

parece un barquito!

Anónimo dijo...

Un texto estimulante y de inmenso poder espiritual, precisamente por su sencillez.

Guillermo Anderson dijo...

Ha sido muy linda la reaccion a esta entrada. Muchas gracias a todas y todos.

Guillermo

Anónimo dijo...

"Las olas hablan en voz baja como para no despertar el mar"

!Quien tuviera esa forma de decir las cosas!
Lo mas bello es la paz que trasmites, primo, gracias!

Ely

Anónimo dijo...

paz...peace & Love.

Guillermo debería abrir cursos de cómo ser "hombre bello" en alguna universidad.

Koritza dijo...

Hola Guillermo...no tienes idea de la alegria que me produce recibir tu boletin de 'vez en mes', es un verdadero regalo! Tanto las fotos como tus comentarios me hacen pensar que todo es tal como debe de ser, que no falta nada, que en este momento todo es perfecto!! Gracias por acercarme mas a mi hermosa Honduras!! Un fuerte abrazo.

Delicious Shots dijo...

I love your work! que orgullo!