Ha sido una de las semanas mas interesantes de este año. Una gira en Honduras por grupos de niños y niñas que trabajan. Una realidad que le cuesta a muchos entender. Escuchamos y leemos sobre el trabajo infantil en el mundo, lo vemos en la televisión, pero es una de esas otras realidades lejanas. Un amigo norteamericano me preguntó al respecto y no lo entendió. ¿Como puede pemitir un padre que sus hijos trabajen? me pregunta. ¿Como es posible? Le doy la razón. En su país que los niños trabajen como obreros es un concepto lejano.
La gira fue organizada por Save The Children, Reino Unido, que junto a otras organizaciones, han organizado a los niños trabajadores en distintas regiones y han creado lo que llaman “Centros de La Niñez”, convenciendo a los padres de estos niños obreros que les dejen visitar los centros por dos o tres horas diarias para que por esas horas puedan tener un poco de educación y de infancia. Que puedan dibujar, aprender a leer y aprender sobre sus derechos.
Comenzamos en San Lorenzo, Departamento de Valle; Niños y niñas que trabajan en las salineras. “Es uno de los trabajos mas difíciles” me dice uno de los organizadores del
concierto. Me cuesta imaginar a estos chiquitos con palas bajo el sol ardiente del sol de Honduras. Entre el publico también están los que trabajan como pescadores. Otros son recolectores de curiles (un tipo de ostras) y niñas y niños que trabajan en las cercanas plantaciones de melones.
Robyn Braverman, Directora de la organización en Honduras, me ha contado como el soñar con una vida mejor no es parte de la vida de muchos de ellos. El aprender a soñar es parte de la educación que se les da en estos centros. Enseñarles y hacerles entender que tienen derecho a soñar y a tener un futuro mejor. El programa EDUCATODOS también participa en este esfuerzo y se encarga de darles la oportunidad de una educación formal. Se les repite constantemente que la educación es la única salida y deben aprovechar la oportunidad que el programa les ofrece.
Les canto mis canciones del CD “Para Los Chiquitos”. Participan y cantan conmigo y la pasamos muy bien. Después converso un poco con ellos y me cuentan algunas cosas de sus vidas. Viendo a estos chiquitos cantar y acompañarme en las canciones nadie adivinaría que vuelven al arduo trabajo de las salineras y los campos meloneros.
En La Ceiba el grupo es mas pequeño y hay mas jóvenes. Decido cantar y conversar con ellos entre canciones. Al comienzo son tímidos pero poco a poco van soltando el retraimiento y me hacen preguntas. Les cuento sobre mi vocación y sobre la importancia de insistir en lo que uno sueña. Me preguntan sobre la felicidad y hablo sobre la felicidad como un camino y no un fin. Me preguntan sobre mi infancia y mis inicios y les hablo sobre mis sueños a su edad. Me impresiona el testimonio de uno de los orientadores, un ingeniero agrónomo. ; “Yo fui uno de ustedes, puedo decir que a pesar de que estuve en la escuela nunca tuve un recreo ni gocé de jugar a la salida de clases. Iba a la escuela descalzo. Al sonar la campana del recreo salía corriendo a mi casa, a traer una pana que mi mamá me tenía lista para vender tajaditas (tajadas de banano verde frito) a los mismos niños de la escuela durante el recreo. Lo mismo hacía cuando tocaban el timbre de salida.”
En San Pedro Sula actúo para un grupo de adolescentes trabajadores. Vienen de una de las colonias mas violentas de la ciudad. Resultan mucho mas conversadores y muy buen público para mis canciones. Al final me hacen un bonito reconocimiento y presentan una pequeña obra de teatro sobre las luchas que han librado par encontrar un lugar en su colonia para recibir sus clases de secundaria. La historia que cuentan a la vez que me da rabia, me infunde un gran respeto por estos jóvenes y su certeza de que la educación es la única manera de salir de lo que hasta ahora han conocido. Cuesta entenderlo; El grupo tenia quien les diera las clases pero en su colonia no lograban conseguir un local. Enfrentaban todo tipo de dificultades. En uno de ellos quisieron explotarlos obligándoles a vender números de una lotería. En otro entraban y salían los borrachos de una cantina cercana a interrumpir las clases. Por fin consiguieron la sala de una iglesia que hasta ahora los sigue apoyando. Allí reciben clases nocturnas después de salir de sus trabajos.
Naturalmente esto genera todo tipo de preguntas ¿Cómo es posible que
sea tan difícil educarse en un país? ¿Quién tiene la culpa? La culpa la vas encontrando en la historia de la corrupción. En como los gobiernos han destinado lo que debería haber ido a la educación de nuestros niños y jóvenes a los bolsillos de unos pocos. A alimentar una burocracia inoperante. La culpa también la tenemos todos como sociedad. No se termina de sentir una verdadera voluntad política para resolver un problema tan complejo. A estas alturas cuesta cada vez mas remendar las heridas de tantos años. El esfuerzo de estos jóvenes por educarse y de los voluntarios que trabajan en lo centros es heroico y es una gran lección. En medio de sus dificultades me llenan de esperanza y de alguna forma me enseñan a mi mismo a no perderla.
Nueva Arcadia, Copán
“Todos los niños que ves aquí trabajan para una sola industria” me dice uno de los voluntarios de la deprimida comunidad de Nueva Arcadia, Copan. “La coheteria”, fabricación de petardos y juegos pirotécnicos. Estos niños y niñas trabajan en una especie de maquila que se distribuye por todo el pueblo. Unos colocan la pólvora otros las mechas etc., El lugar huele a pólvora y los niños y sus familias la respiran a diario. Es además un trabajo muy peligroso. Ha habido muchos accidentes y niños y niñas quemadas porque las fabricas están en sus propias casas, a veces cerca de donde se cocina con leña.
Sin embargo, el centro de la niñez en Nueva Arcadia esta hecho de amor y con amor.
El local está decorado con el arte de los niños que además de recibir educación sobre sus derechos dibujan y hacen manualidades. Al frente, un muro que celebra los derechos de los niños y la esperanza de un futuro mejor.
El Concierto esta vez será en la plaza del pueblo, debajo de un hermoso árbol de ceiba. Me resulta mas que simbólico hacer el concierto para estos niños bajo el árbol sagrado de los mayas. Los organizadores invitan también a la escuela del lugar. Los niños resultaron muy bien portados y la canción “El Tigrillo” resulta todo un éxito de participación.
Aquí también el alma se me llena de preguntas por no decir de lágrimas; ¿Que futro le espera a esta niñez de una comunidad deprimida de mi país donde mas de la mitad de los hombres se han ido “mojados” para el norte? ¿Será que desde pequeños ya están soñando con un futuro mejor en un país que no es el de ellos, o esta oportunidad que tienen de educarse y de saber sus derechos les permitirá otras posibilidades?
Estos niños y niñas de mi país solo son parte de los millones de niños que en el mundo tienen que trabajar para ayudar a sostener a sus familias. Muchos trabajan solo parte del tiempo en apoyo a sus economías familiares, pero hay muchos que no solo trabajan todo el dia si no que tambien hacen trabajos peligrosos en los cuales son vulnerables a todo tipo de explotación.
Anteriormente en nuestras comunidades los adultos se sentían responsables por los niños de la aldea; Los padres permitían que los viejos y los adultos del pueblo llamaran la atención de sus niños si se portaban mal, de corregirlos y aconsejarlos. Los adultos eran los tios y tias de todos los niños del pueblo. El mundo sigue siendo una aldea y seguimos siendo responsables por nuestros niños pero hemos perdido ese aspecto de nuestra humanidad en el camino. Los niños del mundo son nuestros. Solo nosotros somos responsables de ellos. ¿ Si estos no son nuestros niños y niñas a quien pertenecen?
Gracias a : Save The Children Reino Unido, Robyn Braverman y personal por acercarme a los niños y niñas que trabajan de mi país. A los niños y niñas por recibirme y compartir sus historias . A los voluntarios que hacen posible que funcionen los Centros de La Niñez . A Manuel, y a Mickey de CN Records y a todo el equipo que hizo esta gira posible.
13 comentarios:
Siempre te leo.
Voy a enlazar esto con mi blog. Muchas gente tiene que leerlo!
¿ qué hacemos por ellos? ¿ Cómo vivir tranquilos cuando estas cosas suceden en nuestras narices?
Dios te bendiga, Guillermo! Se aprecia tanto un artista con alta sensibilidad social, y cuánto más cuando se toma en cuenta a la niñez y juventud.
qué bueno cuando hay artistas que comprenden la importancia de hacer estas cosas.
muchos sentimientos encontrados me produce este texto. Una sensación de gratitud por el trabajo del autor y al mismo tiempo una furia grande porque haya niños y niñas como estos que tengan que trabajar mientra hay gente que se derrama en lujos y excesos.
Qué gran proyecto, qué importante! Mi reconocimiento, saludos a esos niños desde España. El futuro es suyo. Besos también para ti
Gracias Guillermo,
Por acercarnos a una realidad que muchas veces vemos como si la tuvieramos lejos.
Gracias por la sensibilidad y el respeto a la situación de estos niños y niñas.
Mi admiración por su trabajo.
Esta es Centroamérica, la misma que firmó un Tratado Comercial que la va a hundir más...estas son nuestra empobrecidas Bananas Republics , que ya saben lo que es la "inversión extranjera" y lo que deja: precisamente esto!!!
Y esas son las mismas condiciones que quieren para Costa Rica....que nos igualemos hasta acá , en vez de buscar de verdad desarrollo social para Honduras... ¿ Cómo puede ser?
me gusta lo que hacés y me gustás vos. Ha sido muy lindo conocerte. Te estaré visitando.
La infancia es una etapa hermosa de la vida. Ir a la escuela, jugar, dormir... La infancia no es una época para realizar un trabajo comercial que se "robe" esta bella etapa de la vida. Sin embargo, muchos se han dedicado por años a "robar" lo que encuentran a su paso, y robarle a su vez el presente y el futuro a niños hondureños, ticos... a los niños del mundo. Al fin y al cabo qué es eso de las fronteras?
Saludos Guillermo!!!
Trabajemos unidos por nuestros niños y niñas, es un deber ineludible. No por el futuro, que ese nunca llega, sino por el hoy, el aquí y el ahora, tal y como lo hace esa organización valiosa que es Save The Children.
Y mucha gente se lamenta de los males de la sociedad... y no se acuerdan que estos son causados por la falta de atención a nuestros niños, las bases del edificio social.
Felicidades, son pocas las personas que se dedican como vos a llevar alegría a estos niños.
Y esto me "jala las orejas" para que yo haga mi esfuerzo (trabajo hormiga) para mejorar en algo la situación de los niños a mi alrededor.
Saludos
Un saludo de admiración desde Baires
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