El ver hoy la altura de las piedras desde las cuales saltábamos al agua me da una especie de escalofrío. Recuerdo haber bajado el río con mis amigos en temporada seca y con la corriente baja, lo cual no dejaba de ser arriesgado. Pero también recuerdo días en los cuales el río estaba crecido. Las serias hamaqueadas que la fuerza de la corriente daba a nuestros frágiles neumáticos nos dejaba aturdidos.
Hoy tomo las cosas con mas calma; Mis amigos y yo hemos escogido una hermosa tarde para bajar el Río Cangrejal; El sol se filtra entre la espesa vegetación que cubre los dos lados de la carretera y la montaña. Libre de su vestido de nubes, las montañas que abrazan el Cangrejal dejan entrever detalles inusuales.
Sentarme a contemplar la belleza del paisaje desde el embarcadero de nuestros cayaks inflables sería mas que suficiente para mi espíritu esta tarde. Sin embargo, me emociona saber que me espera un paisaje todavía mas sublime; la vista de la selva y las rocas desde el río y la sensación indescriptible de navegar entre los rápidos.
Tengo varios meses de no tomar un remo entre mis manos (no digamos de remar). He llegado a aprender a manejar cómodamente un cayak cerrado (deportivo) al punto de poder hacer el “la vuelta del esquimal” que consiste en poder hacer una vuelta de 360 grados en el caso de que uno se volteara en el el río.
Piedras Gigantescas Y La Selva de Fondo
En Plena Corriente
En otra sección del río el sol se divierte iluminando el agua de un pasaje donde la corriente se bifurca. El juego de luz me hipnotiza. Olvido que debo remar con fuerza por la izquierda y al caer por la cascada debo levantar la proa para no clavarla en el agua y perder el control del kayak.!
Bajando Uno de Los Rápidos
Así entre el paisaje y la emoción de sentirme llevado por la corriente voy librando los rápidos y poco a poc me doy cuenta que a pesar de los meses que tengo de no remar, no he perdido la habilidad mínima y necesaria para navegar estas aguas sin mayores problemas.
El Autor de Estas Líneas En Un Breve Descanso
“...Bajar el rio, librar los rápidos adivinar la corriente, sortear las piedras, caer en remansos es el juego mismo de la vida ...Respirar profundo, lo suficiente para echar un vistazo al glorioso paisaje. La alegría la euforia, el alivio de vencer los obstáculos, tener la suficiente fuerza para llegar al remanso, el sentirse vivo; Este es el rio de la vida.”
Llegamos al final de la excursión. La tarde se prepara para convertirse en noche y entre la música que es el rumor de las aguas ya se escuchan los cantos de los pájaros nocturnos y de los grillos. El río ha surtido en mí su mágico efecto renovador. Que suerte tengo de tenerlo cerca y de poder comprobar entre su aguas que es un ser vivo.
Gracias; a Pepe, a John y a "Maxito"
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7 comentarios:
Excelentes fotos Guillermo! Hace mucho quiero andar en balsa en el Cangrejal. He andado en rios en los EEUU y no en el mas cercano a mi casa!
Qué bonita aventura.Yo nunca he hecho eso, me daría un poquillo de miedo.
Que buena aventura!
Tiene que venir a San Carlos,Costa Rica a practicar rafting!!
Un abrazo!
Que suerte tiene Guillermo, de haber crecido cerca de ese rio,cerca del mar de la Ceiba,seguro que el acercamiento con la naturaleza le regalo el don de escritor y artista.
Un saludo desde ARTESANIAS COLIBRI,Valle de Angeles.
Ismary
Uno de mis sueños es ir a esa area de la costa norte de mi amada Honduras.
En mi proximo viaje estare por alla.
Gracias Guillermo por compartir tus experiencias :)
Te admiro mucho paisano!!!!
Marlon San Francisco, California
que buena aventura mano, soy de guatemala y me encantaria q m enviaras informacion d como realizar un viaje q m salga economico ya q me iria con toda mi familia... al da_aju@hotmail.com
Comparto con usted su amor por nuestra querida Ceibita La Bella. Me emociono solo al mirar todas las fotografias que publican por la Internet. Me traen tantos recuerdos de mi ninez, el Rio Cangrejal, los atardeceres vistos desde El Sea View, mirar la Cordillera Nombre de Dios despues de un dia de lluvia donde se ve ese hermoso verde. Mi querida ciudad tan tranquila y tan apasionante a la vez. Anoro volver a mi terruno querido.
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